Siempre cuando había dicho así, yo sé me va a pedir un favor. En realidad, no me molesta escuchar de ellos, porque me encantaría ayudar como pueda.
"Sí?" la miro.
Silencio.
"Ahhhh...," dice. "Me da verguenza!"
"No te preocupes, Ale!" le dijé.
Unos segundos más y empieza. "Me gustaría... me gustaría usar alguna de la plata que hemos ahorrado para ayudar con escuelita en la iglesia."
Como dijo Andrea cuando le compartí esta historia del día, "Me colma!"
Mira como el Señor hace los cambios!! Seguimos orando por Alejandra a crecer en la fe y entender que bueno es nuestro Dios!!
Amen y chau!
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